Mi mayor sueño.

Después de lo que me pasó hacía un tiempo con lo del hombre mayor en el metro, tenía miedo a que me volviera a pasar, entonces seguía haciendo lo mismo de siempre, intentar pasar desapercibida.

Llevaba ahorrado de tanto trabajar unos 100 euros, estuve mirando por Internet, lo que me podría costar el ticket de vuelo a mi país, Bolivia. Eran unos 155 euros aproximadamente dependiendo de la hora a cual viajara.
Me acordé de lo que me había dicho mi compañera de piso, sería capaz de pedirla unos 50 euros para poder ir a ver a mi familia, ya que además tenía los regalos para Navidad. Cuando llamé a mis papás, me dijeron que no pidiera dinero a nadie, no porque no lo fuera a devolver, sino porque no les gustaba que su hijita, yo, fuera debiendo dinero. Nada de lo que me dijeron mis papás me sonaba bien, pero una vez más lo hice caso.

Cuando se hizo de noche bajé a la tienda de chinos que hay al lado de mi piso, compré pan y ayudé a mi compañera a hacer la cena, nos hicimos con Doritos y tranchetes, una cena Mexicana. Nos comimos todo lo que hicimos, y luego cada una de las dos se fue a hacer sus cosas.
Yo me metí en mi cuarto y me puse a hacer resumenes para el próximo examen de Fisiología, para así cuando llegara el día ya estuviera hecho.

Al día siguiente, me llamó mi jefa de la peluquería, que no hacía falta que fuera porque no tenía casi nadie para peinarse ni para lavarse el pelo, que no necesitaba ayuda, que me quedara en casa estudiando. Para aprovechar mejor el tiempo fui a la Universidad, y para mi mayor sorpresa me volví a encontrar con el chico que me había sorprendido hacía un par de semanas, al cual no volví a ver.


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